“No hay estrés que por bien no venga”. Como pasa con muchas otras cosas, acá, una forma de ver al problema es con la cantidad. Ya sea por poco o por mucho. 

Existen muchas situaciones en nuestra vida que  nos llevan a sufrir estrés o ansiedad

Cualquier cambio al que debamos adaptarnos representa estrés, ya sea por acontecimientos negativos o positivos y deseables.  

Pero ¿Qué es el estrés?

Es una respuesta, global, total y automática del ser humano ante las exigencias externas e internas. Estamos permanentemente procesando y respondiendo a miles de estímulos.

A muchos de ellos no nos hace falta prestarles atención, pero a otros sí. Debemos  focalizarnos y concentrarnos para poder darles una respuesta. El tiempo que nos conlleva resolver cada situación depende de muchas cosas. Pero, resolver algo, podríamos decir que nos deja más tranquilos, relajados.

Hay un monto (cantidad) de estrés, de activación, que es necesario y óptimo para resolver “inconclusos”. Día a día podemos hacer experiencia de esto. Necesitamos nuestro organismo pueda experimentar esta cantidad de estrés en tanto nos permite adaptarnos a un cambio. En este sentido podrías pensar en una vida con “cero estrés”, “cero ansiedad”, y los “problemas por poco”.

Pero nos suelen preocupar más los problemas por mucho. Entonces nos acercarnos al estrés en su connotación negativa más usual. Como una situación tal, en donde para decirlo en cotidiano: hace bastante tiempo te roba la atención, te mantiene alerta, como un gran y pesado inconcluso, donde encontrás que tenés que exigirte cada vez más, demasiado tiempo sintiendo no tenés los recursos para solucionarlo, cambiando hábitos más saludables por otros no tanto, por nombrar solo algunas características. 

Cuando estamos sometidos a condiciones estresantes de elevada intensidad y duración, psicológicamente empiezan a aparecer ciertos signos, cada uno de ellos sentidos con más o menos, malestar siempre. Entre ellos la ansiedad no tarda en aparecer. Resuelto: relajo. No resuelto: ansioso/a.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un sentimiento de miedo, preocupación o malestar. Que según lo que hemos dicho hasta acá, son sensaciones muy esperables en el contexto de una situación estresante. De hecho, parecen asimilables ambos conceptos, y en cierta medida lo son. 

Pero podríamos ver una foto donde, el andar ansiosos nos pone más “estresables”. Si andás todos los días, con miedo y preocupado/a es más probable que el estrés negativo golpee a la puerta.

Frente a la aparición de estos signos, dentro de una situación estresante es importante detectar ambas cosas, y pensar en forma de una sana alarma propia y antes de tener las piernas quebradas: ¿cuánto tiempo puedo tolerar esto de esta forma? ¿Cómo puedo disminuir un poco la “cantidad de estrés”? Las respuestas, tan variadas como personas las busquen, pero ciertamente (mirando a largo plazo) rondan por: buenos hábitos alimentarios, actividad física, sociabilidad, ocio, el humor, entre otras. 

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Gracias al Lic. Renzo Tittarelli, psicólogo, por explicarnos más sobre este tema.

En nuestro Centro Médico contamos con la especialidad de PSICOLOGÍA, integrada por excelentes profesionales que podrán asesorarte y guiarte en tu caso particular.